COMUNICAV 28_29 La llegada de Ahmed LA LLEGADA DEL AQUARIUS VALENCIA Ahmed y sus compañeros pasaron poco más de 24 horas en alta mar hasta que fueron rescatados por el Aquarius. El barco llegó en el momento justo, ya que “la patera estaba comenzando a hundirse, entraba agua sin parar”, recuerda Ahmed. Desgraciadamente, dos de sus compañeros no sobrevivieron. El Aquarius y todas las personas a bordo pasaron semanas a la deriva, “en tierra de nadie” a la espera de la autorización que les permitiera pisar tierra. Finalmente, el gobierno de España autorizó la llegada del Aquarius, tras el ofrecimiento del Ayuntamiento de València y la Generalitat. En ese momento, comenzó la operación que denominaron “Esperanza del Mediterráneo”, en la que el Ilustre Colegio de Abogados de Valencia contribuyó de manera muy significativa. Más de 2300 personas integraron el dispositivo de acogida. Entre ellos, 70 abogados y abogadas del ICAV, que respondieron a la llamada de la solidaridad de forma inmediata. La vicedecana del Colegio, Rebeca Lino, en aquel momento presidenta de la Sección de Extranjería y DD.HH, junto a la diputada responsable del Turno de Oficio de la Junta de gobierno, Ester Sanchís, movilizaron en un primer momento todo el dispositivo del ICAV. Los abogados y abogadas voluntarios se pusieron a disposición de las personas migrantes con el fin de ofrecerles la asistencia jurídica específica y a pie de puerto, todos ellos coordinados por la comisión ejecutiva de la Sección de Extranjería y DD.HH, la Junta de gobierno del Colegio, las responsables del Turno de Oficio del ICAV, Pilar Jové y Ester Sanchís, y José García, en representación del departamento del Turno de Oficio. Desde primera hora de la mañana y durante toda la jornada del 17 de junio, los compañeros del Turno de Oficio de Extranjería del ICAV estuvieron al lado de las personas que llegaron al puerto. José García organizó y coordinó a todas las personas colegiadas del Turno de Oficio, y por su parte, Ester Sanchís y Rebeca Lino estuvieron en contacto con la Consellería de Justicia e Interior y el resto de instituciones implicadas, para que el dispositivo de atención en el puerto fuera un éxito. Todos ellos, se pusieron a disposición del Gobierno y de las personas migrantes para colaborar en lo necesario, con el objetivo de asesorar y garantizar sus derechos fundamentales. La respuesta masiva por parte de los compañeros y compañeras a la llamada que se hizo desde el Colegio para asistir a los migrantes es un buen ejemplo de la vocación de servicio público universal en la defensa de los derechos de las personas más vulnerables. La vicedecana recuerda que “el testimonio de Ahmed es muy importante, porque el hecho de que nos cuente su experiencia vital, en primera persona, es fundamental para que la ciudadanía se ponga en vuestra piel y sepa qué condiciones de vida son las que obligan a una persona a migrar y venir a Europa”. Ahora Ahmed vive en Valladolid, donde trabaja y estudia como camarero desde hace años y convive con la que ya es “su familia en España”. Cuenta que sus expectativas de futuro son “seguir dedicándome a la hostelería, seguir aprendiendo y crecer”, rodeado de las personas que le acogieron cuando llegó a Valladolid y comenzó a trabajar. Ahmed destaca, por último, que “llegar a España me ha cambiado como persona en el mejor de los sentidos” y por ello “estará siempre agradecido a todo el trabajo que se llevó a cabo desde el ICAV”. LA MOVILIZACIÓN DEL ICAV COMO EJEMPLO DE SOLIDARIDAD Rebeca Lino relata que “se envió un correo a través del departamento del Turno de Oficio, comunicando que iba a llegar el Aquarius y que se necesitaban abogados y abogadas voluntarios. La respuesta fue increíble. Todos, de forma voluntaria y altruista, estuvieron dispuestos a ayudar desde el minuto uno”. La vicedecana incide en que fue “una experiencia gratificante, pero muy dura a la vez”.
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